La temporada del tomate es uno de los momentos más esperados del año para los amantes de la buena cocina y los productos frescos. Este periodo, que suele extenderse desde finales de la primavera hasta finales del verano, es cuando el tomate alcanza su punto óptimo de maduración y sabor. En estas semanas, los mercados y huertos se llenan de tomates frescos y jugosos, listos para deleitar el paladar con su incomparable textura y su equilibrio entre dulzura y acidez.
El tomate es una fruta que depende en gran medida de las condiciones climáticas para alcanzar su plenitud. La temporada alta coincide con los meses más cálidos del año, cuando el sol mediterráneo proporciona la cantidad perfecta de luz y calor para que la planta desarrolle sus frutos. Durante esta época, los tomates que se cultivan de manera tradicional y sostenible suelen ser los más sabrosos, ya que maduran lentamente en la planta y se cosechan en su punto justo. Por eso en la cooperativa agrícola de UniPro contamos con más de 200 socios agricultores que apuestan por una adecuada rotación de cultivos que se complementan con una organización de la producción, instalaciones y red comercial que permite que sus productos estén presentes en toda Europa y que nuestros tomates sean parte de una parte del abastecimiento de nuestra industria agroalimentaria.
A diferencia de los tomates producidos fuera de temporada, que a menudo se cultivan en invernaderos y se recolectan antes de madurar completamente, los tomates de temporada destacan por su intensidad de sabor y su aroma natural. Su textura también es más jugosa, y su piel, más fina, se convierte en un placer al consumirlos en ensaladas, guisos o incluso solos, con un poco de sal y aceite de oliva.
Durante la temporada, podemos encontrar una gran diversidad de tomates que se adaptan a diferentes preparaciones culinarias. Desde los grandes y carnosos tomates valencianos, ideales para ensaladas y gazpachos, hasta los pequeños tomates cherry, perfectos para snacks o platos decorativos. También destacan los tomates de pera, ideales para salsas, y los tomates verdes, que se utilizan en recetas especiales como fritos o encurtidos.
Cada variedad tiene su propio momento de esplendor dentro de la temporada, lo que permite disfrutar de distintas experiencias gastronómicas a lo largo del verano.