Os presentamos nuestro producto estrella, el tomate valenciano. Esta variedad de tomate es una de las joyas de la agricultura mediterránea, reconocida por su calidad, sabor único y conexión con las tradiciones hortícolas de la Comunidad Valenciana. Este tomate es mucho más que un simple ingrediente en la cocina; sino que también es un símbolo de la riqueza de los productos locales y de la estrecha relación entre la tierra y la gastronomía en nuestra Comunidad.

El tomate valenciano se distingue por su aspecto único, su textura carnosa y su sabor excepcional. Se presenta con una forma irregular y costillas marcadas, lo que lo diferencia de las variedades más homogéneas producidas a gran escala. Su tamaño suele ser grande, a menudo superando los 300 gramos, y su piel fina lo hace especialmente adecuado para consumir en crudo.El color del tomate valenciano varía del rojo intenso al rosado suave, dependiendo de su grado de maduración. Su interior es jugoso, con una pulpa firme y pocas semillas. Estas características son las que lo convierten en un ingrediente ideal para recetas frescas. Además, su sabor es un equilibrio perfecto entre dulzura y acidez, un perfil gustativo que ha conquistado paladares dentro y fuera de nuestro país.

Este producto se cultiva en los fértiles suelos de la Comunidad Valenciana, donde el clima mediterráneo, con inviernos suaves y veranos cálidos, proporciona las condiciones perfectas para su desarrollo. El cultivo sigue métodos tradicionales, respetando la sostenibilidad y la calidad del producto. Muchos agricultores optan por técnicas ecológicas, evitando el uso de pesticidas químicos y priorizando la biodiversidad, algo que nos importa mucho en nuestra cooperativa y llevamos años consiguiendo, una agroalimentación sostenible. 

La producción de este tomate se concentra en pequeñas explotaciones agrícolas, lo que garantiza una atención cuidadosa a cada planta. Su recolección se realiza de forma manual, asegurando que se coseche en el momento exacto de maduración, lo que potencia su sabor y jugosidad. Por otra parte, no solo es delicioso, sino también altamente nutritivo. Es una fuente rica en vitamina C, esencial para fortalecer el sistema inmunológico y combatir el estrés oxidativo. Además, contiene licopeno, un potente antioxidante que protege contra el daño celular y se ha relacionado con la prevención de enfermedades cardiovasculares.

El tomate también aporta fibra, que mejora la salud digestiva, y potasio, que ayuda a regular la presión arterial. Todo ello con un bajo contenido calórico, lo que lo convierte en una opción saludable para cualquier dieta.